Chuxnabán,
es una comunidad indígena que pertenece a la zona media de la región
mixe, en el estado de Oaxaca. Existen algunas narraciones importantes
y significantes para la misma comunidad. Ap
matya’aky ma Tsuxnëëpa’amtë kajpnën
(Relatos de Chuxnabán) agrupa siete narraciones en las que uno de
los temas principales es el origen de los elementos naturales por
virtud del creador y dador de vida y de acuerdo a los actos del
hombre.
En
los relatos se aprecia la categorización de estas tradiciones que
tiene en particular la comunidad de Chuxnabán. Cuentos con lecciones
morales, leyendas sobre personajes célebres, mitos referentes a
seres-naturales y anécdotas relacionados a la historia de Chuxnabán.
SALINA VOLCÁN
Hace
tres o cuatro generaciones de los viejitos, apareció una imagen
beatífica en un lugar que hoy día se conoce como “Salina-
Volcán”
(se encuentra alrededor de 20 minutos de caminata, desde Chuxnabán
hacia el lugar sagrado). Aquellas personas quienes en ese entonces
eran pecuarios, pastores de corderos, fueron quienes encontraron la
imagen. Después del encuentro, salieron de su pueblo algunas
personas de Santa Cruz Condoy, para llevar la imagen a su comunidad.
La imagen había aflorado en un lugar conveniente en medio de las
piedras, al lado del río Chuxnabán.
Entonces
las personas la trasladaron y la ubicaron en su ermita comunal.
Después hicieron una fiesta por el milagro que tuvieron. Después
del festejo, la imagen regresó al mismo lugar donde estaba, en un
lugar adecuado. Salieron de nuevo los ancianos de esa comunidad, en
busca de la Santa imagen y la encontraron donde se había
establecido. Hicieron su segundo traslado, sin darse cuenta a la
gente de Chuxnabán, a pesar de que a ellos les incumbían. Estuvo
dos o tres días, después regresó en el mismo sitio donde estaba,
al lado del rio Chuxnabán. Era el tercer traslado cuando la
venerable imagen ya no regresó al lugar que se conoce Salina
Volcán. Los ancianos de Santa Cruz Condoy se preocuparon por no
hallarla en el lugar donde habitaba, ni en otros lugares. Después de
varios años se supo que se había ido a un lugar donde hoy se conoce
como Salina Cruz.
Dentro
del territorio Chuxnabán, quedaron las evidencias que fue un hecho
real. Las aguas saladas, el nicho de la beatífica imagen, un lugar
estupendo de sales y pequeños volcanes. En la comunidad Santa Cruz
Condoy también quedaron las pruebas, en su tercer movimiento, dejó
una cruz de madera en la ermita donde la habían establecido. Los
habitantes
de esa comunidad, actualmente veneran “la cruz de madera”, y es
por eso, que el nombre del pueblo se denomina Santa
Cruz,
por el nombre de la Santa, “Condoy”,
porque fue en tiempo del rey Condoy.
[Ahora,
relata la mayoría de la gente, que el pueblo de Chuxnabán, iba a
volverse a productores de sal, como lo hacen allá en Salina Cruz. Se
desvió ese milagro, a causa del mal hábito que tuvieron los
ancianos de Santa Cruz Condoy, pero también el pueblo, recibió las
consecuencias negativas de las malas prácticas que tuvieron con la
imagen milagrosa].
Después
de varias décadas, todos los fenómenos que había dejado la Santa,
tomaron otras funciones: como por ejemplo, el agua salada servía
para aliviar a la gente de Chuxnabán de enfermedades como el
paludismo (xymyë pa’am), porque en ese entonces, había mucha
enfermedad por el tipo de zancudo (pajkyeny uux) que había en esa
localidad. Por eso que en la actualidad, la población de Chuxnabán
lo tiene como un lugar sagrado y parte del patrimonio cultural.
- LEYENDA DEL REY CONDOY
Hace
muchos años, una señora se hallaba en un lugar que se llama “Cerro
Mujer”, encontró dos huevitos y lo trasportó a su hogar. Le dio a
empollara una gallina, después se dio cuenta que era “Huevo del
Viento”. Días después parió una víbora y un individuo; a la
serpiente la mataron, el sujeto creció avivadamente. Su madre se
preocupó mucho, porque el niño era muy malo con sus amigos de la
infancia. Habitualmente, como es la costumbre buscaron a su padrino y
lo bautizaron, para no seguir con su mala costumbre. El niño seguía
con sus travesuras, entonces su madre se lo entregó a su padrino.
Ya cuando estaba en manos de su padrino, éste le encargó que le
hicieran su bastón y un hacha, el padrino no le tomó importancia a
su petición, y tuvo que hacer él mismo lo que había pedido.
Después de su trabajo, el niño le expresó a su padrino:
_
¡Esas herramientas, son las que voy ocupar!
Su
padrino le contestó:
_
¡Qué bien hijo!, ¡Tiene ganas de trabajar!
El
padrino contaba con un burrito;--- entonces le dijo el niño:
_
¿Padrino, puedo ir a traer leña con el burrito?
_
Está bien, ve, pero con cuidado--- Contestó su padrino.
Se
fue el chiquillo con su burrito. Llegó al rancho de su padrino y
empezó a cortar su leña. Cuando regresó donde había dejado su
burrito, éste ya no estaba. Se preocupó, empezó a buscar por todos
lados. Llegó en un lugar donde habitaban leones, y dijo:
_
¡Ooooh! ¡Ustedes se comieron mi burrito!
Agarró
a un león, lo traslado a donde estaba su leña, le asentó la
montura del burrito y le echó la leña. Cuando llegó en la casa de
su padrino, se asustó, y le dijo el joven:
_
¡No tengas miedo padrino!, es que se comió a nuestro burrito es por
eso lo sustituyo.
El
padrino le dijo:
_
No puede ser, de inmediato llévalo donde lo encontraste, porque es
un animal bravo con los humanos.
El
joven malo, se llevó al animal donde lo había encontrado, le dio
unos azotes y le dijo al animal:
_
“Nunca le hagas daño al hombre, porque son hombres, ni tampoco a
sus animales de su casa”.
Cuando
el padrino dio cuenta de la acción del joven, se preocupó y se lo
entregó a un sacerdote, y dijo:
_Te
entrego a este joven, y espero que se componga contigo, porque la
verdad es muy mala gente.
Aceptó
el sacerdote. Luego quiso darse cuenta de las mañas del joven. De
inmediato se puso de acuerdo con su sacristán para ver si era tan
apto y valiente. Le dijo a su sacristán:
_
Enfrente del altar te acuestas, como si estuvieras muerto, y yo
mandaré al joven, para que te cuide.
_
¡Pero por qué padre! -- dijo sacristán.
_
Pues para ver si es tan capaz ese muchachito.
El
sacerdote le dijo al joven:
_
Ve a la iglesia, enfrente del altar hay una persona muerta y cuídala
día y noche.
El
joven estaba cuidando, según esto, al difunto, sin ningún temor.
De repente, se movió tantito el sacristán, ¿y qué hizo el joven
malo?, le dio un trancazo con su mismo bastón… y lo mató. Luego
se fue donde estaba el sacerdote y le dijo:
_
¡Oye padre! No estaba muerta la persona, la vi moviéndose; pero la
maté, no se preocupe.
Entonces
el sacerdote dio cuenta que tenía gran valentía el joven. Tuvo que
entregárselo de nuevo con su padrino, porque no había manera de
controlarlo
Pasó
varios días, se supo que hay un lugar, donde en la actualidad se
conoce “Ap ëxtsyaa”, habían animales malos. Lo mandaron al
joven para que lo cuidara. Y dijo:
_
Está bien, iré. Pero quiero que me lleven una canasta de
tortillas, y un bebé, con eso me llenaré.
Llegó
en
el lugar “Ap ëxtsyaa”, vigilando y linchando a los animales
reptiles. Y así pasaron los días y meses. Dos niñitos son los que
llevaban su alimento, uno cargaba la canasta de tortillas y el otro
su comida, o sea (el bebé). Un día, los niñitos recibieron nomás
la canasta
de
tortillas, sin la comida. Viajaban hacia el rey bien preocupados,
porque uno de ellos moriría. Llegaron los niños a un arroyo que hoy
se llama “Mutsk në’am”. De repente apareció un señor, en
ese tal lugar y les dijo:
_
¿Porqué lloran niñitos? Y los niños contestaron:
_
Lloramos, porque uno de nosotros morirá día de hoy.
---
¡Pero. ¿Por qué? ¿ A dónde van?!, dijo el abuelito.
_
A dejar estas tortillas hacia el rey. --- Contestaron los niños.
_No
tengan miedo, no les va pasar nada.--- Dijo el anciano. Se agachó y
bendijo las tres tortillas que había agarrado.
_Vayan,
ese tal rey con estas tres tortillas se llenará. Dijo el viejito.
Llegaron
donde estaba el rey. Agarró sus tres primeras tortillas y con eso se
llenó, y dijo:
_
¿A quién encontraron?, porque estas tortillas alguien las afianzó.
_A
nadie señor rey. Contestaron los niños.
No
le agradó nada al rey, lo que hicieron los niñitos con el ángel
de Dios. Entonces, salió en ese lugar “Ap ëxtsyaa”, bajó hacia
el río de Chuxnabán. En ese tal río, tomó una piedra y siguió
su camino junta con la piedra. Cuentan, que la piedra la colocó en
el lugar donde hoy día se conoce “Piedra
letra”.
Después
de la colocación, dibujó una figura, que simboliza “Hombre
guerrero y defensor”. Luego bajó de nuevo hacia el mismo río. Se
dirigió a la orilla de la comunidad de Chuxnabán. Entró a una
cueva que hoy se conoce como “Cueva del rey Condoy”. Salió al
lugar que se llama Mitla, anduvo recorriendo esos lugares, así como
en otros sitios. Por tanta andanza, descansó en un lugar que hoy se
conoce Santa María del Tule. Al momento de retirarse dejó su
bastón, como una señal y diciendo:
_”
Ese palo crecerá y seguirá verde y él seguiría vivo, de lo
contrario de ese árbol llegara a secarse, él habrá muerto. Hoy
es el árbol, que toda la gente lo conoce como “Árbol del Tule”.
- CRISTO NEGRO DE CHUXNABÁN HACIA ALOTEPEC
Cuentan
tanto los ancianos como las ancianas, que los primeros pobladores de
Chuxnabán fueron los frailes españoles. Dicen que ahí los señores
tenían su hacienda y ahí se encontraba el Cristo negro en
Chuxnabán.
Años
después, cuando comenzó la revolución mexicana y por las
enfermedades que había en ese lugar, quisieron vender la imagen del
Cristo negro.
El
haciendero español se preguntó:
_
¿Dónde podré vender este Cristo negro?
Estuvo
ofreciendo en varias comunidades mixes; Quetzaltepec, Cacalotepec,
Ocotepec, entre otros. Nadie quiso comprar la imagen por la ausencia
de dinero que había en esas comunidades.
Ya
se estaba dando la revolución y querían salirse los españoles a
otro lugar, para trasladarse en el lugar del evento. Pero estaban
preocupados por su imagen y sus bienes.
Entonces
llamaron a los ancianos de Alotepec, y les dijeron que los hacendados
estaban ofreciendo el Cristo negro, de inmediato mandaron su razón
para comprarla la imagen. Y fue así, que las personas de Alotepec
compraron el cristo negro que proviene de la comunidad de Chuxnabán.
Después
de la compra, el haciendero español le explicó a los viejitos de
Alotepec de cómo ellos lo festejaban, y dijo:
_
Nosotros lo festejamos el 3 de mayo, un día completo, ustedes dirán
si lo halagan en ese mismo día o la cambian. ¡Pero eso sí!, no
puede ser en cualquier día, ya sea del primero al cinco de mayo,
ustedes optaran.
Los
viejitos se pusieron de acuerdo y dijeron:
_
Mejor hagamos su fiesta del uno al cinco de mayo, cinco días
completos.
Es
por eso, que el Cristo negro de Alotepec, que hoy día se conoce con
ese nombre. Se festeja en esos días hasta en la actualidad.
- CUEVA DEL VIENTO
Es
verdad que los vientos,
rayos
y
truenos tienen su hogar, así como lo tienen los seres humanos. Un
caso particular para los humanos, que en nuestra residencia no
queremos que otros sujetos nos vengan a fastidiar o a molestar, todos
y todas queremos vivir apaciblemente, pues así también los seres
sobrenaturales. Tenemos un lugar que le llamamos “Cueva
del bebé” muxuunk nëp,
(se encuentra alrededor una hora y media, de nuestra localidad
Chuxnabán hacía ese lugar)., Nuestras primeras generaciones lo
bautizaron con el nombre de muxuunk nëp. Es una gran cueva, por ahí
las ocho de la mañana, ilumina el sol hacía esa caverna, y a unos
diez metros de fondo se percibe un bebé acostado. Por eso los
abuelitos le dieron ese nombre, por la percepción o el significado
que nos da ese fenómeno. Si alguien intenta de acercarse o motivos
de entrar en esa cueva, se le impide con un gran ventarrón y lluvias
en ese sitio. Podemos observarlo de lejos, pero intentar entrar no se
permite.
Por
eso los viejitos dicen, que todos los seres vivos y naturales que
vemos en el espacio, incluso hasta la propia madre tierra, son como
los seres humanos, debemos cuidarla, protegerla, porque son parte de
nuestra vida.
- JUAN Y PEDRO
Había
un muchacho al que llamaba Juan flojo. Él vivía con su hermano
mayor Pedro y su abuelita. Un día los dos hermanos estaban
decidiendo quién iba a cuidar a la abuelita, porque ésta estaba muy
enferma, en cama. El hermano mayor dijo:
_
¿Sabes qué? Tú te quedas a cuidar la abuelita. Yo mientras trabajo
en el campo.
Los
hermanos se repartieron las tareas, al hermano mayor le gustaba
trabajar. Cierto día, el hermano mayor vio muy enferma a su abuelita
y le dijo a su hermano Juan flojo.
_
Oye Juan, ¿por qué no vas a trabajar tú? Ve a limpiar la milpa. Yo
me quedo con la abuelita a atenderla porque está muy mal.
_
Órale pues.
Juan
se fue. Llegando a la milpa, este canijo sacó su machete y comenzó
a cortar todas las matas de la milpa, hasta que las tumbó por
completo. Juan regresó tranquilo a su casa.
_
Oye hermano. Ya fui a la milpa. Ora sí dejé un trabajo bien
limpiecito. Hasta te va dar gusto. Mañana irás a verlo y verás
que te va a gustar.
Pasó
la noche, y al día siguiente le dijo el hermano a Juan flojo:
_
Oye, ahorita vengo. Voy al campo a ver si hiciste bien el trabajo
como lo quiero. Tú te quedas a cuidar la abuelita. La vas a bañar,
le calientes el agua y cuando yo regreso comemos juntos.
El
hermano de Juan se fue a supervisar el trabajo. El flojito se quedó
en la casa y encendió una fogata; le echó mucha leña y empezó a
arder la lumbre. Agarró una olla de barro; le echó agua y la pasó
al fuego. Cuando Juan vio que estaba hirviendo el agua la quitó del
fuego. Luego fue con su abuelita y le aventó encima el agua
hirviendo, sobre la cara. Entones vio que su abuelita cambió de
color. La abuelita quedó con la boca abierta. Y Juan dijo entonces:
_
¡Ay, miren a mi abuelita! ¡Cómo está sonriendo! ¡Le estoy dando
un buen baño! Pero Juan flojo ya había matado a su abuelita. En ese
llegó su hermano.
_
Oye hermano, me hiciste un mal trabajo.
_
Ven hermano, mira. Ya bañé a mi abuelita. Hasta empezó a sonreír.
Pero Juan flojo había matado a su abuelita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario